miércoles, 26 de octubre de 2011

CAFELITO

Me pregunta si tendré un momento para hablar con ella, que es personal. Es una compañera de trabajo. Nos vamos a tomar un cafelito donde siempre. Empieza por enseñarme los test psicológicos de su hija, que sufre un trastorno, para que se los "traduzca". Me cuenta que no sabe qué hacer. Me cuenta que su marido la culpa a ella de lo que tiene la niña. Me cuenta que su marido le dice que está malcriando a la niña. Me cuenta que a veces desearía que su hija fuese normal y que acto seguido se siente culpable por no aceptarla como es. Me cuenta que a veces se hace la remolona para volver a casa porque según cruza la puerta empieza la guerra con la niña y con el padre. Me cuenta que ella le negó durante meses un capricho a la niña y su marido se lo compró en la primera media hora en que estuvieron solos padre e hija. Me cuenta que el marido paga las facturas de las terapias, pero no acompaña a la niña. Me cuenta que el dinero que gana el marido no la hace feliz. Me cuenta que la niña la falta al respeto de palabra y de obra. Me cuenta que la niña le lanza objetos cuando se enfada y el marido le dice que eso es cosa de ellas dos. Me cuenta que el marido le dice que en fin de semana él necesita tranquilidad, que por favor de la niña se encargue ella. Me cuenta que cuando ha probado a dejarlos solos, la niña hace lo que quiere y el marido también. Me cuenta que ya sabe todo lo que no puede esperar de su marido. Me cuenta que si va tan fashion y tan arreglada es para compensar lo mal que se siente. Con lágrimas en los ojos me pregunta "Dulci, ¿qué hago con mi vida?" Trago saliva y compruebo -una vez más- que la vida formula preguntas que no tienen respuesta. Le "traduzco" los test. Le agradezco que haya confiado en mí. "Déjame que piense cómo puedo ayudarte a tí y a tu hija", le digo. Y eso estoy haciendo, pensar la mejor manera de abordar este galimatías de emociones.

5 comentarios:

Nodisparenalpianista dijo...

Ups, Dulci, vaya trago.

Altea dijo...

Jolín con el cafelito. Relajante, ¿no?
Difícil, muy difícil, sin duda. Me parece que el problema no es la niña, son ellos. Seguro que si llegas a pillarla poco antes de casarse y le dices "este tipo no te conviene" o algo así, te habría dicho que su vida es suya y que a ti no te importa. Luego vienen llorando y entonces resulta que sí que es asunto tuyo porque te lo sueltan todo y suplican una ayuda.
Que arreglen primero el problema que tienen entre ellos. Mientras no lo hagan están perdiendo el tiempo.

Dulcinea dijo...

Pues sí Pianista, un trago. Yo me imaginaba que algo había pero no sabía qué.

Altea para resolver el problema de pareja ha de asumir cosas sobre sí misma que no va a asumir ni loca.

Atiza dijo...

Oye, yo si está en edad de procrear, le decía que le metiera a su marido un lambrusco y que tuviera un par o tres de hijos más. Así igual tiene algo más en qué pensar. Y el marido también, jolines que en dónde va a encontrar mejor inversión...Ay, que la que se pone de mal café soy yo. (c.a.f.e. Me recuerda a mi época adolescente. Pianista, no lo pillas, creo. Era un código que teníamos algunos por esta taifa mía en la época de California 49 o 47, que ya ni me acuerdo. Ahora hay un establecimiento de Amancio)

Atiza dijo...

Festival de Belenes Ya!!!