Hoy la Patrulla Aguila está de enhorabuena porque cumple veinticinco años. He tenido la suerte de verla en directo varias veces y es emocionante ver sus piruetas, sus dibujos en el cielo, cómo entran en el cielo de la ciudad y qué pedazo de bandera dejan en el cielo antes de irse. Los patrulleros no sólo son pilotos de primerísima línea sino que además son unos militares estupendos allí donde prestan servicio. Unos cañones de pilotos, vaya. A pesar de la ministra, como bien sabe toda la familia militar. Y seguiría y seguiría contando y explicando acerca de mis patrulleros. Pero mejor va a ser dedicarles esta entrada en la Bulla y invitarles a tomarse un chupito con nosotras y de camino que nos saquen a bailar ;)domingo, 6 de junio de 2010
25 años
Hoy la Patrulla Aguila está de enhorabuena porque cumple veinticinco años. He tenido la suerte de verla en directo varias veces y es emocionante ver sus piruetas, sus dibujos en el cielo, cómo entran en el cielo de la ciudad y qué pedazo de bandera dejan en el cielo antes de irse. Los patrulleros no sólo son pilotos de primerísima línea sino que además son unos militares estupendos allí donde prestan servicio. Unos cañones de pilotos, vaya. A pesar de la ministra, como bien sabe toda la familia militar. Y seguiría y seguiría contando y explicando acerca de mis patrulleros. Pero mejor va a ser dedicarles esta entrada en la Bulla y invitarles a tomarse un chupito con nosotras y de camino que nos saquen a bailar ;)
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13 comentarios:
Me muero de ganas de ver las piruetas que son capaces de hacer después de unos chupitos. Tengo entendido que es cuando mejor se pilota.
Y ahora en serio: ¡¡Por la patrulla Águila!!! Slurp.
Por cierto, esa bandera, ¿es la que dejan en el cielo de Barcelona?
Alta, maja...S.Javier, reina mora, S. Javier (De Murcia, estaríamos hablando). Y Cartagena...Cantón. Una reivindicación. By Atiza.
Pues sí, Altea. Entran a Barcelona desde el Tibidabo y pasan entre las Torres Mapfre para llegar al mar. Las piruetas las hacen en la línea de costa y es precioso. Y luego, antes de irse, dejan el cielo con la bandera española.
La mayoría público del aplaude, justificando que lo que les gusta es cómo pilotan.
De los chupitos, pues no se qué decirte. No se si pimplarán antes de volar, aunque les entendería. Yo no me subiría a hacer volteretas en el aire ni borracha.
¡¡Por la patrulla Águila!!! Slurp.
Atiza ¿San Javier? ¿Cartagena? No te sigo. ¿Qué tal la huelga de hoy por los madriles?
Huelga? La de los sindicalistas que nunca han debido tener menos trabajo...Vaya tropa! No me extrañan ahora tantas cosas. Enfín, al pasado, sólo mirar para aprender.
(Por Andalucíaaaa, Dulci. Que ya sabes que soy como el viento, del que habla uno que es un poco payasete. Pobre!)
Pero Atiza, ¿tú cuando trabajas chata? ;)
Atiza está aprovechando estos días a practicar lucha libre con Boris, que a juzgar por el nombre, debe de ser un tipo duro que no admite retrasos en la instrucción.
Viva la Patrulla. Yo no les aplaudo, no porque no se lo merezcan, sino porque suelo hacerles fotos. A los aviones, que hasta que no haya patrulleras...
Altea, tengo que decirte que a Boris me lo he cargado. Así, sin más. A ver, sin más, noooo... Que yo también practico la ética en mi trabajo. No sé si me explico.
Nooo, Atiza. Huelga para darle en los morros a Zetapé. A los sindicatos ni agua, desde luego.
¿El Boris que te has cargado es el mismo que una vez se quedó sin periódico gracias a ti? je, je, je,
Dulci, tú con los patrulleros, estás a por uvas. Tengo dos Boris el DEL periódicopereza y el de la Lucha Libre, del que habla Altea. De éste ni me acuerdo en dónde hablé. A esta Pucelana no se le pasa una. :)
Teneis razón, no me entero de nada. Pero ni aquí, ni en ningún sitio. Necesito vacaciones urgentes, así , como esas que pilla Atiza ;)
Bueeeno, Dulci, menos llorar, que ya las tienes encima, reina. Los que tienen que llorar en esta época son los estudiantes.
¡Por las vacaciones de Dulci! Slurp.
Eso sí, Altea. Que lloren y mucho, que durante el curso se pisan el morro. Que entre la Loe y la tele están empanados, y la vida es otra cosa.
Aunque te confieso que el viernes al despedirme de ellos, se me escaparon las lágrimas. Y a ellos también.
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