sábado, 7 de febrero de 2009

SALMA

Ya está aquí. Nació la madrugada del viernes. El mismo día que nació, tres compañeros de trabajo de su mami la fueron a visitar, y esta mañana otros tres también hemos ido a conocerla. Entramos a la habitación del hospital. Verónica está en la cama, cansada por el esfuerzo del parto. El papá ha ido a casa a ducharse y a descansar después de pasar la noche en vela, de guardián de sus princesas. Salma duerme o llora, depende. A los pies de la cama, al pie del cañón, la abuela materna con la niña en brazos. Ha relevado al papá. Feliz, exultante, nos explica que aún no puede explicar lo que se siente siendo abuela. Me cede a la niña que cojo en mis brazos y ya no puedo soltar en todo el rato. Se mueve bastante y hasta parece que me mira. Es pequeñita y dulce. Hasta que se pone a berrear cuando su madre y yo estamos hablando de hacerle fotos. Creo que ya me planta cara. Su mami le da el pecho. No me plantaba cara. Era hambre. Cuando nos vamos, Salma está de espaldas a nosotros. Verónica se disculpa. Santi, el dire del Instituto (que no se ha atrevido a cogerla porque es demasiado pequeña) le contesta que "los ángeles no tienen espalda". Llega más familia a conocer a la niña. Todos locos de alegría. Verónica nos promete traerla un día al Insti a la hora del patio. Me imagino la que se liará.
¿Qué más deciros? Que me ha emocionado tenerla en brazos. Santi dice que son mis hormonas femeninas, mi instinto maternal, que a él eso no le pasa. Yo creo que disimula.

9 comentarios:

Myriam dijo...

Sí Santi disimula cuando nace un niño y además en las circustancias de Salma no son la hormanas es el sentido común el que habla.

¡Enhorabuena a todos! me dais mucha endivia :)

Dulcinea dijo...

Una de tequilaaaas....

Luisa, no te lo vas a creer. La primera noche, Salma dormía tranquila y su padre la quería despertar para que llorara. Es de la opinión que los niños sanos lloran y le preocupa que su niña no lo haga.
Verónica lo cuenta muerta de risa.

MOOOC, MOOOC, MOOOC, MOOOC, MOOOC...

Altea dijo...

Ay, estos padres novatos... Cuando lleguen por el quinto ya no sabrán si lloran o no. XD
Supongo que les habrás dado la enhorabuena de toda la bulla a los nuevos "papáes".
Para mí dos tequilas, por favor.

Néstor dijo...

Un beso muy fuerte para Salma y unas magdalenas para Luisa.

Atiza dijo...

Qué envidia, sí. Quién pudiera tener 5 o 6...

Anonimomariag dijo...

Pues yo también me uno, a la felicitación pero más tequilas y baberos, más baberos para esos padres y... para DULCI que se nos está derritiendo.

Magdalenas sí magadalenas también.

María dijo...

pues enhorabuena a los papás. Ya se arrepentirá el padre de hacerla llorar! jajajaja. Que bien, dulci! para mi otro tequila porfa!!!

Dulcinea dijo...

Pues sí. ¿Para qué nos vamos a engañar? Se me caía la baba de ver a Salma, pero también a la feliz -y valiente- mamá, y a la abuela, y a los familiares.

Una nueva vida, una nueva esperanza, un futuro para todos.

¿Y lo bonito que es cogerlos en brazos y decirles cositas aunque no entienden nada? Yo le conté mil chorradas, y la tía nada, duerme que te duerme.

Myriam dijo...

Dulci, no se enteran pero reciben el cariño con el que les hablas, me alegro entiendo que se te caiga la baba.

Un beso