sábado, 16 de marzo de 2013

ZOZOBRA

A ver cómo os cuento esto. La expectación y los nervios ante la fumata blanca me dejaron clavada en el asiento cuando ví que el Papa era el Cardenal Bargoglio. No por él, sino por él. Me explico. Viendo la trayectoria de Juan Pablo II y la de mi Benedicto XVI, al que sigo echando de menos, me encuentro ante un Papa al que no esperaba. Cosa del Espíritu Santo, ya lo sé. Pero así como los anteriores pontificados se complementan y se completan el uno al otro, no tengo esa impresión del Papa Francisco. Como Cardenal en Argentina me parece una pasada de bueno. La cuestión es que me parece demasiado jesuíta, ya está, ya lo he dicho. Conozco la Compañía de Jesús y agradecida les estaré siempre porque me honraron permitiendome hacer mis prácticas de la carrera. También me brindaron la oportunidad de trabajar para ellos, y encantada acepté. Mi primera remuneración como profesional de la enseñanza la recibí de sus manos. Aprendí de ellos y les conocí bien y eso me lleva a respetarles por muchos motivos. Y justamente por eso me digo, un jesuíta como Papa...  Me da la impresión que los primeros sorprendidos habrán sido los propios jesuítas. En cualquier caso, sigo pensando en Benedicto XVI si se habla del Papa. Otra cosa es que el Papa Francisco me caiga bien, que me guste su acento argentino y los primeros gestos que está teniendo. Tiempo al tiempo.

4 comentarios:

Altea dijo...

Hay que dar tiempo. Léete esto.

Clo dijo...

Gracias por el.artículo Altea.

Dulci, yo también le echo de menos. Y lo primero.que dije fue ¿jesuíta? Tienes razón n que BXVI y JPII se complementaron, de hecho es muy probable que por eso el ES nos regalase el.pontificado d BXVI y no éste antes d tiempo (en.aquel cónclave Bergoglio seguía muy de cerca a Ratzinguer). Pero esa etapa,.aunque nos duela, ha terminado. Yo ya estoy queriendo a este Papa, me gusta que es sencillo, conciso y
directo en sus palabras. Poco a poco irá haciéndose el hueco en.nuestros crazones.

Altea dijo...

Yo tengo mucha esperanza, Dulci. Es un hombre valiente, se las ha visto con el gobierno de su país precisamente por decir las cosas bien claras, sin eufemismos ni tontadas.
Y yo estoy segura de que, además del ES, otros tantos andan encima de él. JP II, sin ir más lejos, no le perderá de vista. Por algo le nombró cardenal.

Dulcinea dijo...

Que sí, que teneis razón. Que el Espíritu Santo es quien elige y sólo por eso ya sería suficiente para acogerlo de mil amores.

JPII me abrió los ojos y le debo mucho en lo personal. Sin embargo B16 es mi Papa. Podría decir que es el Papa de mi vida.

Esa frase suya "Hemos vivido una aventura juntos" podría pensar que la dijo para mí si me conociera. Le quiero mucho. Y le echo tanto de menos...