Ya han pasado siete años. Mentiras, verdades a medias, verdades judiciales, balones fuera, y golpes de pecho mediáticos. Doscientas personas muertas, doscientos silencios, doscientos vacíos, doscientas familias rotas, doscientas historias desagarradoras. Doscientas personas que no llegaron al trabajo, doscientas personas que no verían más a su gente. Doscientas injusticias. Que Dios les bendiga. A los que no sufrimos el atentado en primera persona nos tocó apretar los dientes y aguantar la infamia de los días siguientes, meses siguientes, años siguientes. Pero no nos engañemos: todos fuimos víctimas de las consecuencias. Por eso la Bulla se niega a pasar página o a mirar para otro lado. Puede que nunca sepamos qué pasó, pero sí sabemos que lo que pasó no nos lo cuentan. martes, 8 de marzo de 2011
SIETE AÑOS
Ya han pasado siete años. Mentiras, verdades a medias, verdades judiciales, balones fuera, y golpes de pecho mediáticos. Doscientas personas muertas, doscientos silencios, doscientos vacíos, doscientas familias rotas, doscientas historias desagarradoras. Doscientas personas que no llegaron al trabajo, doscientas personas que no verían más a su gente. Doscientas injusticias. Que Dios les bendiga. A los que no sufrimos el atentado en primera persona nos tocó apretar los dientes y aguantar la infamia de los días siguientes, meses siguientes, años siguientes. Pero no nos engañemos: todos fuimos víctimas de las consecuencias. Por eso la Bulla se niega a pasar página o a mirar para otro lado. Puede que nunca sepamos qué pasó, pero sí sabemos que lo que pasó no nos lo cuentan. 
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4 comentarios:
En efecto. Creo que más de uno colocaremos entrada a este respecto en nuestro blog.
Jo Dulci, un 10 por: todos fuimos víctimas de las consecuencias.
Yo estoy en que lo vamos a saber. Y más pronto que tarde. Otra cosa es que no sirva de nada.
Anoche ví un reportaje sobre el atentado del 11-S en Nueva York. Inquietante y muy serio.
Oía a Guiliani y me acordaba de Gallardón. Oía a políticos y pensaba en la cuadra de ganapanes que es el congreso español. Veía los restos de las torres gemelas y me preguntaba porqué ya no existen los trenes de Atocha.
Pensaba en la democracia norteamericana y en la mierda que tenemos en España gracias a que todos los que pudiendo enmendar la situación, no lo hacen. En los que el mismo once de marzo pusieron el cazo político
Recemos por los muertos. Y también por los vivos.
Pasaros por donde Altea. Estremece la lucidez de su entrada.
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