viernes, 29 de enero de 2010

CENA DE TRABAJO

Esta noche tengo cena de trabajo. Uno de esos compromisos ineludibles que uno intenta evitar pero no hay forma. Para empezar hay que ponerse "arreglá pero informal" que diría Martirio, esa gran cantante de copla. También hay que evitar tocar temas espinosos pero abundar en otros aparentemente inocentes. El caso es que todos nos llevamos bien, pero me da un cierto palo irme de picos pardos con mis jefes, fuera de horas de trabajo y empezando un fin de semana.
Después está el tema del local y del menú que los paladares más exquisitos ya han elegido y que se supone que es de lo más fashion en gastronomía del momento. O sea platos de forma irregular, con comida en miniatura y de nombre impronunciable.
Una servidora, que es muy dada a pillar a la gente in fraganti con la cámara de fotos, promete instantáneas impagables de los comensales. Quién sabe. A lo mejor los excesos ajenos me sacan de pobre, o me simplifican el trabajo. Mientras tanto, mientras yo sobrevivo a la encerrona, vuestras mercedes podrían ir ambientado la Bulla con un buen resopón. ¿Quién empieza a servir los chupitos a ritmo de cha-cha-chá?

7 comentarios:

maria jesus dijo...

Yo venía a ver si quedaba alguna aceitunilla, que con la crisis no me da nada más que para tinto de verano.

Atiza dijo...

Sólo de pensar en tu cena, se ponen los pelos como escarpias!
Eres una santa porque a mí en una de esas no me pillan ni como convocante ni como convocada...

Altea dijo...

Cena de trabajo... bufffff!!!
O cena o trabajo. Pero las dos cosas juntas, no. A mí tampoco me pillan.

Atiza dijo...

Altea, mona, nos vamos nosotras y la Dulci, a la del trabajo. Ya me paso por "fachadolid", si eso...Y llamo a mi amigo Jesús Sanz Rioja, de paso.

Dulcinea dijo...

ics... qué manga de tarados... menos mal que los alumnos no nos vieron ...ics... peste de chupitos de orujo blanco...

ZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ

Nodisparenalpianista dijo...

Joer, una cena pompeyana, Dulci?
Así que las sireenas quellas fueron por eso???
Creo que han clausurado varios baretos y tugurios sospechosos en este fin de semana.

Dulcinea dijo...

Cena pompeyana no, pero distraída sí. Lo mejor fueron los cotilleos sobre los compañeros varones.

Las copas vinieron después. Y al irnos, regañina del dueño del local, que mientras cerraba temía que los vecinos se quejaran de las voces que dábamos en mitad de la calle.

Sirenas no se si hubo, pero marineros por un tubo ;)