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Pues sí. Harta me teneis, con tanto quejaros de todo, quemar pianos, traer gallinas y vaquillas a la Bulla y venga municipales con el alcoholímetro en la puerta. Así que he decidido organizar una timba de póquer a ver qué pasa. Yo soy más de chinchón, la verdad, pero como suelo ganar siempre nadie quiere jugar conmigo. Vaya pues una de póquer. Según cojais carta, teneis que contar un chiste que desternille a la concurrencia dentro del clima habitual que nos caracteriza. La Comisión de Ajuste de Cuentas de la Bulla está pensando cómo hundir en la miseria al que pierda y/o no participe. Si, Marta, va por tí. Date por aludida ;)
HAGAN JUEGO SEÑORES, HAGAN JUEGO...
Que digo yo que por esta vez podríais montar el follón vosotros, cuidar el ambigú y la música, atender a los municipales y luego recoger y fregar el garito antes de iros que os conozco. Que una no puede estar en todo, y ahora mismito es prioritario estar en el sofá, digamos, concentrada. Y las reclamaciones, al maestro armero, je, je, je ...
Los que vivimos en la Luna no ganamos para disgustos. Resulta que la máquina del Big Bang se ha crujido otra vez. Parece de chiste, pero se les ha colado un pajarito que ha dejado caer una miga de pan en el cacharro y ha provocado un cortocircuito del catorce. Y el cortocircuito ha provocado que se interrumpiera el acelerador de partículas. Hace un año ya paso otra jaimitada que también les obligó a parar el movidón. Algunos hablan de maldición del invento, aunque yo comprobaría si el Sotanillo o la Pantoja han estado cerca del acelerador. El CERN (organismo responsable del proyecto) ha querido quitar hierro al asunto y ha declarado que "el pájaro salió ileso, aunque perdió su pan". Habrá que esperar un poco más para comprobar si la teoría de Higgs acerca del Big Bang es cierta o no. Mientras tanto, se me ocurre convertir la Bulla en un acelerador de partículas en plan casero, y organizar un buen Big Bang bullaguero. !Que corran los protones de chocolateeee!
Pues sí. Harta me teneis, con tanto quejaros de todo, quemar pianos, traer gallinas y vaquillas a la Bulla y venga municipales con el alcoholímetro en la puerta. Así que he decidido organizar una timba de póquer a ver qué pasa. Yo soy más de chinchón, la verdad, pero como suelo ganar siempre nadie quiere jugar conmigo. Vaya pues una de póquer. Según cojais carta, teneis que contar un chiste que desternille a la concurrencia dentro del clima habitual que nos caracteriza. La Comisión de Ajuste de Cuentas de la Bulla está pensando cómo hundir en la miseria al que pierda y/o no participe. Si, Marta, va por tí. Date por aludida ;)
