Con lo bien que me lo pasaba los martes después de cenar viendo Hispania. Y ayer se acabó. Serie entre la ficción y la historia, ligera de digerir, sin pretensiones, pero con Lluís Homar, ese pedazo de actorazo que cada vez me gusta más.
Los guionistas no se han matado, la verdad. Que si una guarnición romana tiene unos rebeldes tocándoles los volantes (copia literal de Asterix) que si el honor de los hispanos, que si Viriato contra Roma, que si el pretor Galba haciendo de malo malísimo, que si el General Marco (que vocaliza de pena) es medio traidor y fraticida, que si las esclavas son de aúpa, que si la mujer de Galba es una chantajista y algo pelandusca. Más de uno ha criticado el poco rigor de la serie, pero eso es lo de menos. La cosa es poder ver al Homar vestido de romano.¿Montamos una fiesta romana en la Bulla? Voy a por uvas, vino, queso y arpistas. Y me visto de prima del César, que las primas mandan mucho.
6 comentarios:
Sí, porque las esposas no mandan nada. Que se lo digan a la de Pilato.
Oye, ¿y qué tal quedamos los hispanos? Porque últimamente tenemos un complejo que hasta en nuestras pelis somos los peores.
Bueno, depende de las esposas, que hay cada Leti por ahí...
Los hispanos quedamos como siempre: unos broncas, analfabetos, matándonos entre nosotros pero unidos ante el enemigo común. ¿Será cosa de la genética? porque seguimos igual.
Um, no se, tanta faldita y tanto penacho... CAsi que hacemos una fiesta vikinga, Dulci.
Ah no, ni hablar de vikingas. Yo me quiero peinar como una romana y ponerme una toga pero con faralaes y peineta. Y bailar un agarrao con Galba.
Si estuviéramos unidos ante un enemigo común, otro gallo nos cantaría...De Vikinga, dice el otro. Lo que me faltaba después del último partido...
Entrada nueva ya!
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(Verás como el Pianista entra al trapo...)
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