Resulta que nuestro Párroco nos había pedido pañales para niños de parte de Cáritas porque últimamente tienen una demanda muy fuerte. Había que dejarlos, como siempre, al lado del Altar. Hoy, al ver a tu papá cómo dejaba pañales para niños que no conoce pero a los que quiere ayudar, me he vuelto a acordar de tí. Hace menos de un mes que nos dejaste y todavía no puedo pensar en tí sin llorar. Hubieses tenido el mejor de los padres que he conocido y la familia más buena que se puede tener. Pero te has ido al mejor de los sitios, que es el Cielo. Allí te habrá recibido tu herman@, seguro que estais juntitos. Oidme bien los dos. Quereros mucho, ayudaros siempre y no os peleeis ni enredeis demasiado. Y protegednos tanto como podais.
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4 comentarios:
Lo siento mucho, Dulci, de verdad
Ups...
Llevo varios minutos intentando escribir algo, pero a veces las palabras no salen.
Mucho ánimo.
Gracias bullangueros. Siempre buena gente.
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